domingo, 16 de febrero de 2014

Cómo hacer de tu hijo un gran lector

Nunca es demasiado pronto para alimentar en tu niño el amor por la lectura. Pero es esencial escoger libros que sean apropiados para su etapa de desarrollo."Los padres a menudo desean introducir el aprendizaje académico demasiado pronto y demasiado rápido. De hecho, los niños aprenden mejor jugando. Lo mejor es hacer de la lectura un rato divertido". 

Hay muchas formas que son apropiadas y divertidas para hacer que tu pequeño crezca amando los libros y los cuentos, ¡y algunas ni siquiera requieren leer un libro! 

Usa libros para reforzar los lazos afectivos 
Lo importante no es leer las palabras. A esta edad, lo esencial es que disfrutan la interacción con mamá y papá. Cuando tu hijo se sienta en tu regazo para que le leas, no sólo disfruta el libro sino también la seguridad que obtiene de tu plena atención. 

Crea un ritual 
Una hora regular para la lectura establece una rutina tranquilizadora que a los niños pequeños les encanta, por eso el cuento de antes de ir a la cama es una tradición muy querida. Pero puedes escoger otros momentos para crear otro ritual de lectura: un cuento a la hora del desayuno, o un cuento justo después de volver de la guardería. Para algunos niños pequeños, a quienes les cuesta levantarse por la mañana, un cuento al despertarse puede ser una gran ayuda. 

Escoge libros apropiados 
A los niños pequeños les gustan los libros de tapas gruesas, los libros para el baño, los libros troquelados, con solapas o pop-ups, y en general cualquier libro que puedan sujetar y manipular con facilidad. Les encantan los cuentos que van acompañados de imágenes realistas, claras y de colores brillantes. Y, por supuesto, adoran las rimas. 

Repite, repite, repite 
Si tu hijo te pide que le leas "Los tres cerditos" por enésima vez, dale ese gusto. A los niños les encanta escuchar las mismas historias una y otra vez porque están deseosos de aprender. Pronto te darás cuenta de que tu pequeño se ha aprendido de memoria sus pasajes favoritos y acaba las frases que tú empiezas a leer, lo cual es una señal de que su capacidad de leer está aumentando. 

Dramatiza 
Cuando le leas a tu hijo, acentúa el drama: gruñe como Papá Oso en Ricitos de oro o gimotea como el cabritillo más chico en Los siete cabritos, y puede que a tu hijo le encante gruñir como el lobo feroz en Caperucita roja. Anímalo, aunque haga la lectura más lenta. Se divertirá más si puede participar más activamente. 

Alimenta sus intereses 
Escoge libros sobre sus actividades favoritas: visitar el zoológico, nadar, jugar a la pelota. Elige libros sobre los personajes de las series de TV favoritas de tu hijo, pero experimenta con varios temas antes de decidir qué le gusta. Quizás a tu hija le encante jugar con muñecas, pero puede sorprenderte con una pasión por libros sobre insectos gigantes. 

Ve a la biblioteca 
Incluso a los bebés les encantan las horas de lectura en voz alta en la biblioteca, y son una aventura maravillosa para los niños pequeños. Tu hijo puede descubrir su nuevo libro favorito en una de estas sesiones y, además, la biblioteca les proporciona montones de libros sin gastar un centavo. 

No conviertas los libros en un premio 
No le digas a tu hijo que vas a leerle un cuento si se acaba la cena. Cuando la lectura se asocia con sistemas de premios y castigos, no es una experiencia positiva. Escoge momentos para leer que sean naturales, por ejemplo, cuando deseas que tu hijo se tranquilice justo antes de una siesta. 

Remedio para niños inquietos 
Algunos niños pequeños no aguantan quietos la lectura de El gato con botas. Que puedes hacer? "Siéntate con él y pasa las hojas rápidamente, en unos 30 segundos y dile: '¡Acabamos todo el libro!' Y después déjalo ir". La próxima vez puedes intentar hacerlo durar un poquito más. "Algunos niños estarán siempre más interesados en actividades más intensas y hay que respetarlo", añade. Si tu hijo es muy activo, quizás responderá mejor a actividades que no están directamente relacionadas con libros, como las que describimos abajo. 

Haz que contar cuentos sea parte de la vida cotidiana 
"Promover el gusto por la lectura va más allá de leer libros". Puedes contar cuentos durante la cena o mientras están en el auto; desde cuentos clásicos hasta anécdotas de tu juventud o historias inventadas en las que tu hijo es el protagonista. Arma libros con las fotos favoritas de tu hijo o con sus dibujos y cuenta historias sobre ellos, o pídele a tu hijo que te las cuente a ti. 

Señala las palabras que les rodean 
Muéstrale a tu hijo palabras importantes de la vida cotidiana, como la señal de tráfico que dice ALTO (STOP). Puedes poner etiquetas en algunos objetos de su dormitorio, como BLOQUES o COCHES en la caja donde los guarda. Si ya va al preescolar, puedes ponerle una notita en su almuerzo. Por ejemplo, puedes dibujar un corazón y escribir "Te quiero", para despertar su interés por la lectura. 

Habla 
Los niños cuyas familias hablan durante la cena tienen vocabularios más amplios. Habla con tu hijo y no tengas miedo de usar palabras y frases complejas. Anímalo a hacer preguntas y explora con él sus intereses. 

Demuéstrale tu amor por los libros 
Tu hijo quiere imitarte. Si ve libros en la casa y sabe que te gusta sentarte a leerlos en cuanto tienes un momento, aprenderá que los libros son esenciales para la vida diaria. Mostrarle tu propio amor por los libros tiene más fuerza que forzarlo a sentarse contigo a leer cuando no quiere. 

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